6L6, la patria & Muse

Un 20 de Julio muy especial el de ayer. Desde el inicio hasta el final. Vivian Gagliani, con quien me conocí en un seminario de historia de la biología en la Tadeo, me invitó muy especialmente a su cumpleaños, con la consigna de querer compartir con "quienes han dejado su huella con su presencia". Una invitación muy halagadora, a la que me dio mucho gusto ir. La pasé muy bien hablando con ella y escuchando la música del lugar, el bar 6L6. Lo que se entiende por "Bar" en la Nacional es radicalmente diferente a lo que se entiende en la Tadeo. La música, comandada por un señor Iván Ocampo (productor, guitarrista, dj), era esencialmente pop y electrónica, pero con unos deliciosos toquecillos de jazz. En momentos de la noche Ocampo conforma un grupo y hay música en vivo con saxofón, guitarra, bajo y voz. La actuación de la cantante, quien creo que se llama Paula Matis, es impecable, virtuosa, animada y espectacular.



Casi todo el día estuve haciendo fila para entrar por la noche al Palacio de los Deportes. Desde allí vi pasar miles y miles de personas hacía el Parque Simón Bolívar en la marcha por la liberación de los secuestrados, en el marco de celebración de la independencia colombiana. Yo estuve con ellos en cierto sentido, pero mi concierto no era con Dr. Krápula y Totó la Momposina, sino con Muse. De la marcha: me parece conmovedor que las personas se movilicen por tan noble causa, pero miro con desconfianza los sentimientos nacionalistas que los alientan. Yo no celebro por ser colombiano, pues la nacionalidad de nacimiento es una cuestión contingente. Por eso no me emocioné después cuando los músicos sacaron la bandera de Colombia. El presidente me cae muy bien, pero no confundiría una protesta contra el secuestro con una marcha de apoyo al presidente. Las marchas deben ser por ideales humanos universales como la libertad, no a favor o en contra de figuras particulares. Por esas confusiones no he ido a marchar. Y lo del 20 de julio: no siento que sea para celebrar, porque desde ahí sólo se han seguido patrias bobas. Probablemente celebraré el 2 de julio del otro año, día que para mí simboliza el inicio del fin de la guerra en Colombia.

Por la noch, estuve en el concierto de Muse, que es desde hace rato a mí criterio la mejor banda de Rock del mundo. El concierto de la banda inglesa en Bogotá fue un evento monumental, que sólo fue empañado por eventos menores de los asistentes y de los organizadores que se hicieron presentes a la entrada. Quedé en primera fila, con un panorama privilegiado, como se ve en las fotos. Estaba allí con Carlos Barbosa, con mi hermano y con Jessica Cruz. Por ahí cerca estaban Grace, Juan Pablo y una actriz de "La Dama de Troya".

(Ver todas las fotos aquí {facebook} o aquí {flickr}).


Más que un concierto fue para mí un rito espiritual, una reconciliación con el universo, especialmente cuando tocaron de seguido "Butterflies and Hurricanes", "Newborn" y "Sunburn". Una extraña secuencia de "errores" llevo a mis manos la boleta marcada con el número "1" (que coincidencialmente también era el logo de la camiseta que usaba), que guardaré entre mis tesoros como símbolo del mejor concierto al que he asistido. Terminamos cantando:

"No one's gonna take me alive
The time has come to make things right
You and I must fight for our rights
You and I must fight to survive"

Extrañé muchísimo a mi amada Carolina Felipe durante el concierto, pues habíamos planeado ir juntos. Ella no fue por problemas que nunca más le ocurrirán... Matt Bellamy le mandó a decir:

"best,
you've got to be the best
you've got to change the world
and you use this chance to be heard
your time is now"

1 comentario:

Unknown dijo...

El universo te ama, esas coincidencias y regalos son los instantes en que el resto del universo se sincroniza para que veas lo maravilloso de la existencia. El resto de los días te toca a ti hacer cosas para que esos milagros le sucedan a los demás habitantes.
Att. Lu